Las garrapatas en los caballos son unos de los inconvenientes más importantes con los que vas a tener que lidiar si eres poseedor de uno de estos animales. A continuación, te vamos a contar las claves relativas a cómo estos insectos pueden convertirse en uno de los principales dolores de cabeza de los criadores de equinos. Presta atención.
En primer lugar, hemos de señalar que las garrapatas son unos insectos que se caracterizan por su condición hematófoga. Nos referimos a que, para su supervivencia, requieren de alimentarse de sangre. Por consiguiente, la buscan en los mamíferos que, como es el caso de los équidos, tienen a su alcance.
Para que aprendas a distinguirlas, se trata de unos insectos diminutos y que tienen ocho patas. Su cuerpo es duro y plano, por lo que no resultan fáciles de apartar. Has de saber, por otra parte, que la población de caballos de nuestro país sufre la endémica plaga de las garrapatas. En algunas temporadas, las infecciones por parte de estos parásitos han llegado a afectar a alrededor del 80 % de los equinos.
Por otro lado, destacamos que se adaptan a la perfección a todo tipo de condiciones extremas. De hecho, han demostrado ser capaces de subsistir en climas polares y desérticos. Incluso han sido localizadas como supervivientes en algunos incendios.
Las garrapatas se agarran, introduciéndose entre su pelaje, con una gran fuerza a la piel del caballo, donde se dedican a morder y succionar la sangre. Estas picaduras desembocan en sus primeras consecuencias negativas, pero existe una consecuencia indirecta añadida a ellas.
Ten en cuenta que las garrapatas son vectores de endoparásitos como la Babesia caballi y la Theileria equi. Cuando una garrapata muerde a un equino, la picadura va asociada a la infección de los parásitos internos. Estos protozoos penetran hasta los órganos y llegan a infectarlos. En el siguiente párrafo repasaremos los problemas derivados de estas infecciones.
Vamos por partes, puesto que ya te hemos comentado que los perjuicios para los caballos de las garrapatas son directos e indirectos. Los primeros son menos graves que los segundos. Por lo que respecta a los directos, la mera picadura ya causa un escozor en el animal, que puede hacer que la zona afectada se inflame.
El dolor que siente el caballo puede exacerbarse cuando se rasque compulsivamente en el área de la mordedura. En consecuencia, puede abrirse más la herida y no es descartable que el equino pase por cuadros de ansiedad. Manifestaciones de ictericia (color amarillento en zonas del rostro) también suelen acompañar esta fase.
Pero las peores consecuencias llegan por la infección de los endoparásitos. Su entrada en el organismo puede acarrear el padecimiento de la piroplasmosis o babesiosis. Esta enfermedad no es fácil de identificar, dado que comparte síntomas con cuadros de otras patologías.
Vale la pena, por tanto, recordar algunos de los más comunes y relevantes en la piroplasmosis, que tienen que ver, sobre todo, con la destrucción masiva de glóbulos rojos. La anemia se va a manifestar en forma de cansancio, falta de apetito, apatía, etc. Te informamos de que la eliminación de glóbulos rojos viene acompañada de la liberación al torrente sanguíneo de una sustancia pirógena que entraña un riesgo significativo para diversos órganos fundamentales del caballo.
Un análisis de sangre es la prueba básica para diagnosticar que realmente se está sufriendo una babesiosis. Un équido infectado por estos protozoos puede permanecer asintomático de por vida. Los que desarrollan la enfermedad van a cronificar sus síntomas, aunque la mayoría de la población equina de las zonas endémicas, como nuestro país, tiene un importante grado de inmunidad ante las babesias. Eso sí, no te olvides de que los caballos infectados son susceptibles de contagiar al resto.
Si a tu caballo le sube la fiebre sensiblemente, es posible que te encuentres ante un caso de piroplasmosis. Conviene, antes y después de uno de estos síntomas, revisar que las garrapatas no están haciendo mella. En este sentido, acuérdate de que tienen tendencia a atacar en las partes más altas del cuerpo de los équidos, lo que te va a complicar dar con ellas.
Limitar las salidas al exterior de los caballos es una alternativa para evitar la incidencia de las garrapatas, dado que se minimizan los riesgos de contacto. Ten en cuenta que estos animales son bastante activos incluso en periodos de temperaturas frías, en los que otros insectos similares son menos numerosos.
No obstante, recluir a tu caballo tampoco es una opción, puesto que necesita ejercicio físico moderado para llevar una vida saludable. Por consiguiente, tienes que incrementar las inspecciones visuales sobre su piel. Y comprueba de manera habitual si las garrapatas se han adentrado en la cuadra. Mantenla limpia, bien ventilada y sin ambientes que generen el caldo de cultivo idóneo para la proliferación de estos insectos.
Por otro lado, una vez localizadas las garrapatas, no se te debe ocurrir, bajo ningún concepto, retirarlas con tus propias manos. Lo mismo podemos señalar respecto a lanzarles en ese momento líquidos de productos específicos para eliminarlas. Aparte de que puedes lastimarte, el efecto sobre tu equino va a ser perjudicial por la reacción del animal. Además de revolverse de forma agresiva, su cabeza puede desprenderse de su cuerpo e incrustarse entre la piel del caballo, lo cual resulta doblemente peligroso.
Así que intenta separar cuidadosamente a la garrapata de la superficie del caballo mediante unas pinzas e introdúcela en un recipiente para eliminarla posteriormente. Como prevención adicional, te ofrecemos nuestro protector natural de citronella y geranio. Puedes comprarlo, en un pack que te saldrá más económico, junto a otros productos para el cuidado de tu caballo de Maktuk.
En definitiva, las garrapatas en los caballos son unas de sus amenazas más recurrentes y nocivas. Por lo tanto, vigila que no se acerquen a tu equino y profundiza en cómo debes combatir sus eventuales agresiones.
Pol. Ind. Torrehierro, C. Ing. Goicoechea, 33,
nave 2, 45600, Talavera de la Reina, Toledo
Laboratorios essential agropharma S.L