Los accesorios para montar a caballo son una serie de utensilios imprescindibles para que puedas subirte a su espalda sin ningún problema y emprender paseos con seguridad y comodidad.
Hay dos tipos principales de estos accesorios. Por una parte, los que se despliegan sobre el cuerpo del equino. Por otra parte, los que se tienen que poner la amazona o el jinete cuando se disponen a la monta.
A continuación, te contamos las claves acerca de estos materiales fundamentales para montar sobre tu caballo adecuadamente. Presta atención.
En primer lugar, hemos de señalar que el principal objetivo de los accesorios que coloques a tu equino es su confort. Cuanto más cómodo se sienta el caballo, menos riesgo de lesiones va a tener. Asimismo, la experiencia de quienes monten sobre él va a resultar más gratificante cuando el animal esté a gusto con estos materiales.
En función del uso que vas a dar a tu caballo, optarás por un diseño de accesorios u otro. Y es que no es lo mismo que el équido sea destinado a la doma, la alta competición, las exhibiciones o, simplemente, tus propios paseos.
Por consiguiente, más relevantes aún que la forma y los acabados de estos materiales son las medidas. Si los accesorios quedan demasiado apretados u holgados, no solo el caballo va a mostrar su incomodidad, sino que estas molestias se van a trasladar también a la amazona o al jinete, quienes van a experimentar disfunciones en su monta. Por eso, dedica el tiempo y las pruebas necesarios a encontrar las tallas que se ajustan a la alzada y al volumen de tu equino.
Aunque hay muchos más materiales que hacen falta para cuidar y entrenar a un équido, nos vamos a centrar en los equipamientos necesarios para la monta. Vamos con los más significativos para estos ejercicios.
Comenzamos con los que se precisan para manejar los movimientos del animal, los cuales están sujetos a personalización tanto funcional como estética. En este aspecto, destacamos las riendas, la embocadura y la cabezada. Posteriormente, nos detendremos, por su importancia, en este último elemento.
Además, hemos de recalcar la relevancia que poseen los destinados a facilitar y acondicionar el acoplamiento entre quien monta y el caballo sobre el que se monta. La silla y los salvacruces son los recursos más útiles para conseguir los objetivos comentados. Existen diseños genéricos y otros más especializados, los cuales se adaptan a las disciplinas o los fines concretos para los que el equino es utilizado.
La calidad de las sillas oscila en virtud de si se emplean materiales como la piel o los sintéticos. Lo indispensable, en todo caso, es que se ajuste correctamente al lomo del caballo. No te olvides de que puedes mejorar sus prestaciones añadiendo elementos adicionales, tales como ciertos estribos o los pechopetrales. Y, finalmente, te recordamos que las vendas y otros protectores van a ser claves a la hora de mitigar los efectos de los traumatismos y los roces.
Como te habíamos dicho, dedicamos un espacio especial a la cabezada, que sirve para controlar y manejar los movimientos del caballo desde su ángulo de visión. Se revela como un accesorio de una cierta complejidad y con distintos modelos en función de las utilizaciones de cada equino. En consecuencia, no todos constan de los mismos componentes. Así que, para los principiantes, puede resultar un tanto difícil colocar una. Por si no te habías familiarizado aún con el léxico ecuestre empleado en las cabezadas, te describimos brevemente sus partes. Toma nota.
Te hemos expuesto los principales materiales que te van a hacer falta para cabalgar con tu équido, pero no acaba aquí la inversión que tienes que llevar a cabo. Y es que, como amazona o jinete, también debes prepararte adecuadamente para esta actividad.
Entre la equipación que tienes que ponerte, resaltamos la importancia del casco. Resulta obligatorio que protejas tu cabeza con uno homologado por la normativa comunitaria de certificación UNE-EN 1384/A1:2002.
Respecto al calzado, te conviene cubrir tus pies con botas, botines o polainas, dado que amortiguan las rozaduras mejor que las zapatillas. El tipo de calzado y sus materiales principales pueden cambiar según para qué vayas a realizar la monta. Como complementos, apuesta también por unas medias o unos calcetines gruesos, además de por unos pantalones sin costuras.
Los chalecos, por su parte, te brindan la protección oportuna en el pecho, las costillas y la espalda. Incluso te puede llegar a interesar contar con un airbag para minimizar daños en los golpes más aparatosos. Finalmente, te recomendamos los guantes, que también evitarán los efectos más dolorosos de los roces.
Y acuérdate de tener siempre a disposición un botiquín de primeros auxilios que contenga, entre otros recursos, vendas, desinfectantes y materiales para curas (gasas, algodón, esparadrapo, tijeras…). Pueden formar parte de este botiquín productos cosméticos como el limpiador micelar y la crema regenerante antipicores de Maktuk.
En definitiva, los accesorios para montar a caballo son básicos para que esta experiencia resulte de lo más provechosa para sus dos protagonistas. Si necesitas más información, ¡pregúntanos!
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