LABORATORIO DERMOCOSMÉTICO
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LABORATORIO DERMOCOSMÉTICO
La rasquiña en los caballos es una de las afecciones más relevantes que pueden sufrir estos animales. En primer lugar, hemos de señalar que esta palabra es más conocida en Centroamérica y Sudamérica que en España. No obstante, por la porosidad entre los hablantes de los distintos dialectos, se trata de un vocablo que ya no es extraño en nuestro país.
Así que, cuando decimos rasquiña, nos referimos a un sinónimo de comezón o picazón. Es una enfermedad de la piel de los caballos que, por sus complicaciones, merece una especial atención por parte de quienes cuidamos de ellos. A continuación, te contamos las claves de este problema de la salud equina. Presta atención.
Has de saber que la rasquiña es un síntoma que forma parte del cuadro de la dermatitis estival equina. Se trata de una enfermedad estacionaria de la piel que se produce por la picadura de un tipo de mosquito de pequeño tamaño conocido como Culicoides.
Este mosquito es vector, entre otras enfermedades, de esta dermatitis, que tiene un origen alérgico. Se desencadena a partir de la mordedura de estos insectos, que provoca una reacción por parte del sistema inmunitario del caballo. Como defensa, se segrega la sustancia histamina. Pero, si bien la histamina trata de bloquear una amenaza para el organismo del equino, también genera una serie de desequilibrios corporales.
Por consiguiente, la aparición del prurito es parte de este proceso. Se produce un escozor constante, el cual hace que el caballo sienta la necesidad compulsiva de rascarse. Es entonces cuando surge la rasquiña en la piel, con todas sus consecuencias.
La picazón genera una ansiedad en el caballo que tiene que paliar de alguna manera. Y, en este sentido, su principal alivio consiste en rascarse con sus extremidades. Sin embargo, conforme más va contactando con ellas en las zonas afectadas, más contribuye a empeorar su estado.
En consecuencia, el siguiente paso de la sintomatología tiene que ver con la exacerbación de la herida. Cuando esto sucede, esta puede tomar la forma de llaga, eccema, etc. De hecho, no va a ser extraño que se empiecen a generar descamaciones. Las zonas en las que la comezón ha hecho más estragos pueden acabar mostrando calvas. Aparte del notable problema de salud, proporcionan un aspecto enfermizo y antiestético al cuadrúpedo.
Si las complicaciones van a más, hay un último estadio, de mayor peligrosidad, en esta afección. Es el que se manifiesta cuando los ácaros hacen acto de presencia en la herida e incrementan, con sus picotazos y eventuales deposiciones de larvas, las dolencias. Un inconveniente aún mayor que estas infecciones es el que representan las infestaciones de hongos. Aumentan los dolores y dificultan la curación, sobre todo, cuando los organismos fúngicos encuentran unas condiciones de temperatura cálida y acumulación de humedad para hacer mella en las heridas.
La aparición de insectos y hongos es una complicación que puede sumir al animal en otras afecciones (fiebres, pérdidas de peso, etc.), por lo que has de evitar que se llegue a este empeoramiento del cuadro de la rasquiña en el cuerpo de caballo.
Proteger a tu equino de este mal pasa por adoptar determinadas precauciones. Primeramente, has de tener claro que la estacionalidad de esta enfermedad cada vez se está prolongando más.
El calentamiento global y los cambios que este fenómeno está propiciando en el clima están favoreciendo una incidencia más extensiva e intensiva de los Culicoides. Sus efectos, según zonas (en el sur de la península Ibérica, más acentuadamente), se hacen notar entre abril y octubre. Y, además, es común que sus ataques se efectúen por agregación, en forma de nubes de estos mosquitos.
Teniendo en cuenta que estos insectos no se desplazan a más de 100 o 200 m de sus criaderos, salvo que los arrastre el viento, te conviene evitar que tus caballos pasen cerca de donde se encuentran. Así que cuidado con las áreas en las que coinciden altas temperaturas y humedades. Lo mismo te podemos decir acerca de las horas en las que más pican, que son las crepusculares.
Por otro lado, no permitas que la suciedad, la humedad y los parásitos penetren en sus establos o boxes. Limpia la suciedad, los excrementos y la basura; posibilita una ventilación suficiente; controla que no se acumulen residuos orgánicos ni húmedos; y rocía a estos mamíferos con un repelente específico para esta clase de insectos. Te recordamos que también existen productos que previenen las infestaciones fúngicas o combaten la eventual presencia de los hongos.
Cuando el daño ya se ha constatado, conviene, de consuno con tu veterinario de confianza, intervenir con la máxima rapidez para que la herida no se extiende ni pueda desembocar en úlceras y problemas dérmicos de una mayor gravedad. Una vez desinfectada la herida, es el momento de estimular el proceso de cicatrización.
Una opción que ha demostrado, a estos efectos, su eficacia es la relativa a aplicar la crema regeneradora de Maktuk. Para garantizar una alta efectividad, vale la pena emplearla después de preparar la zona mediante el limpiador micelar. Por eso, tienes la posibilidad de comprar ambos productos en un pack.
Una vez limpia la herida, es el momento de poner a tu caballo la crema regenerante. Déjala actuar, se trata de un producto compuesto de ingredientes naturales, por lo que no has de temer reacciones a químicos.
Sus antioxidantes, al mismo tiempo que alivian los picores, favorecen que la herida se cierre antes y de un modo más saludable. Aportan los nutrientes necesarios para que los nuevos tejidos crezcan con más rapidez y una gran resistencia.
En definitiva, la rasquiña en los caballos es una de las enfermedades que comprometen su salud con una mayor gravedad. Además, su prevalencia se está desarrollando durante cada vez más meses. Por consiguiente, te interesa estar al tanto de las formas de combatir a su causante: el mosquito Culicoides
Veterinario especialista en equinos con más de 30 años dedicado a su cuidado en el campo
Pol. Ind. Torrehierro, C. Ing. Goicoechea, 33,
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